Sabine Phantom Mic Rider

El fabricante estadounidense Sabine, conocido sobre todo por sus "exterminadores" de acoples (feedback), ha presentado un curioso giro en el concepto de dispositivo contra la realimentación.

El Phantom Mic Rider no es mucho mayor que un adaptador de XLR, pero incluye un "exterminador" digital de realimentación, control de ganancia, corrección contra el efecto de proximidad y un puerta de infra rojos.

El producto esta diseñado para ser usado sin supervisión. El control de ganancia es automático para compensar que la persona que habla o canta lo haga mas fuerte o más flojo, o bien que se acerque o se aleje del micrófono. El sensor de infrarojos funciona hasta 6 pies (1.8 metros) y desconecta el micrófono cuando la persona de aleja de él.

La unidad se alimenta con alimentación fantasma (48V) de un canal de micrófono de un mezclador, funcionando desde 17V y 10mA y pasando 17V y hasta 4mA al micrófono al que está conectado.

Bajo una tapa de seguridad alberga los controles que permiten ajustar la unidad. Dispone de tres niveles de corrección del efecto de proximidad y tres ajustes de sensibilidad de micrófono. También accedemos al ajuste de los 4 filtros contra feedback que quedan fijos una vez finalizado el proceso de ajuste en el que vamos subiendo el nivel hasta que el aparatillo nos va eliminando hasta cuatro frecuencias de acople.

Sus dimensiones son de 6.35 cm x 4 cm x 3 cm (2.5” x 1.6” x 1.2”) y existe una versión para micrófonos de mano (PMR-HH1) en la que el sensor va integrado en el propio aparato y para podio/cuello de garza (PMR-GP1) con un sensor de infrarojos separado que se conecta a través de un cable a la unidad. En este ultimo caso el aparato se conecta en la base del cuello de garza o bien oculto bajo la superficie del podio.

Su precio de lista en los EEUUAA es de $119.95 sin impuestos e incluye un destornillador para abrir la tapa de seguridad y una llave allen para ajustar la orientación de la unidad.