Caja acústica auto-amplificada RCF ART 745-A

No todos los días se encuentra uno con una caja acústica convencional fabricada en material plástico que cuente con un motor de agudos dotado de un bobina de cuatro pulgadas. De hecho, yo no recuerdo haberme topado antes con un animal semejante. Hoy traemos a estas líneas la nueva ART 745-A de RCF, una caja auto-amplificada de dos vías con una unidad e agudos con bobina móvil de 4" de diámetro y un altavoz de bajos con cono de 15" con bobina de 3,5", que forma parte de la serie ART 7 del fabricante trasalpino.

Como era de suponer por aquello de la dificultad para que una caja plástica soporte mucho peso, el motor de compresión, ND 940, utiliza un imán de neodimio. Además, se acopla a una trompeta de directividad constante con cobertura de 90 x 60 grados. El uso de un motor de agudos de formato grande permite un corte bajo, concretamente a 650 Hz, lo que supone que casi toda la gama vocal de frecuencias es manejada por la vía de agudos, lo que siempre mejora la claridad de las voces.

El transductor de 15" para bajos también hace uso de un imán de neodimio y, de acuerdo al fabricante, "está diseñado para para proporcionar una respuesta muy lineal y un control preciso de los bajos profundos".

La amplificación es de clase D y 1400 vatios de pico, y se complementa con un procesador digital que aporta división ecualización, alineamiento de fase, y labores de protección. La electrónica se aloja en un chasis de aluminio que funciona también como disipador de calor.

En el panel posterior encontramos entradas balanceadas XLR-1/4" (combo), puenteo de salida por XLR, control de volumen y dos modos de ecualización conmutable (plano/realce).

La forma de la caja, fabricada en polipropileno, permite su uso estándar o como monitor de escenario. Las asas de transporte son de aluminio de fundición recubierto de goma para una mayor portabilidad.