Mackie ya tiene experiencia con su mezclador para iPad DL1608 lanzado a principios de 2012. Tras el éxito del producto [N. del R. - para mi sorpresa, yo pensaba que una pantalla táctil sin feedback mecánico no sería aceptada para directo], Mackie ha alumbrado a su hermano mayor.
El DL32R es un sistema de mezcla (no podemos hablar ya de “consola”) de 32 canales en un rack de 3 unidades que se controla de forma inalámbrica (incluyendo la ganancia de entrada) mediante la aplicación Master Fader para iPad y que permite la grabación y reproducción multi-pista (24x24 a 48 kHz y 24 bits; se promete 32x32 para más adelante) via USB con un disco duro o un DAW.
Se dispone de 32 entradas, 24 XLR y 8 combo XLR/TRS, con pre-amplificadores con ganancia y alimentación fantasma (phantom) controlable (y memorizable). En cuanto a salidas, hay 14 XLRs que pueden asignarse como se desee, así como una salida digital AES en el panel frontal. También hay una salida estéreo específica para monitores intra-aurales (in-ear).
Una misma unidad DL32R puede controlarse desde varios iPads (hasta un máximo de 10). Por ejemplo, uno podría hacer monitores y otro la mezcla principal de FOH.
En cuanto a procesado, cada una de las 32 entradas dispone ecualización paramétrica de 4 bandas más un filtro paso-alto, puerteo y compresión. Cuatro canales de retorno cuentan con EQ específica y compresión. Cada uno de los 14 envíos, seis buses de matriz y el bus L/R principal tienen EQ paramétrica de 4 bandas, gráfica de 31 bandas, compresor-limitador y retardo de alineamiento. Seis subgrupos cuentan con EQ y compresión. Cada procesador tiene modos “Modern” y “Vintage”. Para terminar, tres procesadores de efecto separados con envíos dedicados permiten usar dos révers y un retardo con control de “tap”, también hay 6 VCAs y 6 grupos de enmudecimiento (mute).
"Una de las funcionalidades más potentes de Master Fader es nuestros grupos, definibles por el usuario, de visionado (View Groups)," comenta Ben Olswang, gerente de producto de Mackie. "Se seleccionan los canales para cada uno de los grupos para así poder cambiar fácilmente entre batería, guitarras o voces, por ejemplo. Así no hay que deslizar nada ni recordar que banco seleccionar; vas directo a lo que necesitas."
El fabricante estima que el Mackie DL32R estará disponible en el último trimestre de 2014, con un precio recomendado sin impuestos en los EEUU de $2499,99 (aunque en tiendas ya lo anuncian por $1,999). El fabricante afirma que "sólo el DL32R cuenta con herramientas profesionales como VCAs, subgrupos y buses de matriz a este precio".
En cuanto a competencia, no hay demasiada de momento. Por un lado está ya disponible el RM de PreSonus, con 16 o 32 entradas (se pueden juntar varios para crear un único mezclador más grande, capacidad que no se menciona en el anuncio de la DL32R), con un precio similar ($1999 en tiendas para el modelo de 32 canales) y la posibilidad de usar, además de iPad, una pantalla/computadora Windows, lo que puede suponer una interfaz mucho más grande y adecuada para el número de canales (por contra, sólo graba multipistas por FireWire). Por otro lado, está la versión rack de la Behringer X32 (muy económica, $1199, y también ya a la venta, aunque hay que sumarle un S16 si queremos otras 16 entradas, con lo que el precio viene a ser similar), que parece haber pasado algo desapercibida en el mercado a pesar de tener una funcionalidad similar a la Mackie presentada hoy. Además, está la Tactus de Crest, aunque ha sido mayormente ignorada y sigue sin estar disponible después de año y medio, lo que se suma a que el grupo Crest/Peavey parece estar un poco perdido en el mercado últimamente y no vive sus mejores momentos en el segmento del audio profesional.
Como siempre, los usuarios tienen la última palabra. A riesgo de equivocarme, personalmente pienso que el control táctil no va a funcionar igual de bien comercialmente para mezcladores más grandes y más profesionales. Hay quien comenta que mezclar en un iPad es como un “grano en el culo” y es obvio que lo táctil es más lento (todos hemos tenido que apretar un “botón” virtual más de una vez) y más dado a errores, máxime si uno es de manos grande y/o dedos tirando a morcillones.