• Hertzainak estrena en Bilbao el nuevo line array de RCF


    Hertzainak, el icónico grupo de rock, protagonizó recientemente un muy esperado concierto de reunión en el Bizkaia Arena el pasado mes de diciembre. La banda, conocida por combinar la provocación del punk con ritmos de reggae y ska, y que formó parte de lo que se llamó el rock radical vasco de los años ochenta, se subió al escenario frente a un público de 30,000 fans para dar dos conciertos, con el sistema de formación en línea (line-array) TT+ GTX 12 del fabricante italiano RCF como sistema principal.

    El Bilbao Exhibition Centre es un recinto ferial situado en los terrenos de lo que en otro tiempo fueron los Altos Hornos de Vizcaya, en el barrio de Ansio, en la provincia de Bizkaia (País Vasco). El evento tuvo lugar en el Bizkaia Arena, que forma parte del complejo de la feria de muestras, y es el pabellones multiuso más grandes de España (aunque probablemente será superado por el que el empresario Juan Roig está actualmente construyendo en la ciudad de Valencia).

    "Éste es un concierto muy especial de un grupo muy conocido de la zona, que se ha reunido 30 años después de su separación,” comenta Unai Mimenza, el técnico de sonido de Hertzainak. “Yo escuchaba a Hertzainak de adolescente, así que para mí era algo muy especial. Tenemos tres conciertos, las dos primeras noches en el BEC. Nunca había hecho sonido aquí, pero ya sabía que la acústica no era muy buena. Otras bandas ya habían sido muy críticas con el sonido, pero yo sabía que podía sonar bien con el enfoque adecuado– he visto aquí a ACDC y Paul Simon–y los dos sonaron muy bien", continúa Mimenza “Mi principal preocupación era la acústica del recinto. Sabía que iba a tener un buen mezclador (Midas HD 96) y una gran PA. Ya he trabajado con sistemas RCF antes, pero seguramente no con un formato tan grande y peculiar."

    La ingeniería del concierto vino de parte de la empresa Sonort, mientras que la supervisión técnica estuvo a cargo de Lucio Boiardi Serri, especialista de producto e ingeniero de aplicaciones de RCF. Boiardi Serri viajó desde Italia para garantizar el buen funcionamiento del sistema de sonido durante el espectáculo. El escenario contaba con L+R y outfills, acompañado del correspondiente front fill, sin líneas de retardo (delay). El sistema principal del concierto se compone de [18+18] módulos del line array pasivo GTX 12, mientras que para los side-fills se usan 2 clústers de [10] HDL 30-A line arrays activos cada uno y el front-fill consta de [4] TT 1-A frente al escenario, así como [2] TT 22-A MK2 en los laterales de las paredes de LED. Un buen número de TT 45-CXA se reparten como monitores de escenario y se utilizan dos clústers de columnas TTL 6-A como monitores de side fill.


    "El GTX es una bestia," continúa Mimenza, "La cobertura es probablemente el aspecto más impresionante de la configuración. El recinto es grande, así que lo primero que se me pasó por la cabeza fue que utilizar líneas de retardo. RCF sugirió que no se usaran delays para que hubiera una única fuente de sonido que funcionase mejor acústicamente. La combinación del line array y los subs es impresionante, y la cobertura es muy uniforme. Algunas zonas del pabellón son difíciles de cubrir por las grandes vigas del techo que generan sombra acústica en algunas localidades, pero en general estoy muy impresionado."

    El line array GTX 12 de RCF aún está en fase de pruebas antes de su lanzamiento definitivo, pero ha sido utilizado en varios eventos grandes en Europa, particularmente en los conciertos llevados a cabo en el 2022 en el RCF, proporcionando sonido para audiencias de más de cien mil personas. Cada módulo de line array cuenta con ocho transductores RCF Precision con imán de neodimio repartidos en tres vías: dos altavoces de cono de 12” y bobina de 3,5”, cuatro altavoces con cono de 6” y bobina de 2”, y dos motores de compresión de 3” y diafragma de titanio puro, ambos acoplados a la guía de onda 4path de RCF.

    "Trabajamos con un sistema híbrido porque el sistema principal es pasivo y el resto de las cajas son auto-amplificadas,” comenta Boiardi Serri. “El sistema principal lo llevan doce amplificadores 12 XPS 16K (6 por lado). Un XPS 16K entrega 16000W de potencia continua repartidos entre cuatro salidas de 4000W cada una. El sistema se ajusta, controla, y monitoriza en tiempo real mediante nuestro software de red RDNet versión 4.1 (beta).” Cada XPS se encarga de tres módulos de line array conectados en paralelo. De las cuatro salidas, dos son para los bajos (1 canal por altavoz), una para los medios y otra para los motores de compresión.

    "Decidimos diseñar un sistema sobredimensionando los clústers principales y evitar el uso de retardos.” explica Boiardi Serri. “El sistema principal usa la tecnología FiRPHASE de RCF, así que se optimiza la suma de los transductores, y la potencia de los amplificadores XPS 16K permite llegar desde el sistema principal a las últimas filas (72 metros). El Bizkaia Arena es un entorno acústico muy difícil por su alto RT60 (tiempo de reverberación) y estuvimos de acuerdo en usar una única fuente sonora para obtener un resultado más uniforme que usando retardos que están alineados en unos puntos sí y otros no. No queríamos irregularidades ni reflexiones indeseadas que habrían deteriorado más aún la inteligibilidad para una parte considerable del público."

    "El sistema principal cubre desde los seis metros del escenario hasta las últimas localidades a 11,5 metro de alto y 72 metros del escenario principal,” comenta Ricardo Carus, el director técnico de Sonort. “Los outfills (HDL 30-A) cubren los laterales hasta unos 25 metros y desde ahí el sistema principal GTX toma el control. Hasta el diseño de sub-graves (subwoofers) es un gran reto, ya que el recinto es muy grande y el escenario debe estar lo más limpio posible porque este tipo de concierto requiere varios micrófonos de condensador para cuerdas y metales además de diferentes voces. El equipo técnico decidió trabajar con 24 SUB 9006-AS (2x18”) en 12 clústers de dos subs cada uno, colocados cada 1,8 metros para adaptarse al ancho del sistema principal (20 metros), y aplicando los retardos especificados por una excelente función específica de RDNet para abrir la cobertura hacia los laterales del recinto. La frecuencia de corte es 60 Hz, y el alineamiento de los subs se ajusta a una distancia de 40 metros del escenario, a unos 12 metros antes del FOH. Esto crea un ligero desalineamiento en la posición del FOH, pero permite una mejor distribución de las bajas frecuencias en la zona de cruce para el resto del pabellón” afirma Carus.

    La configuración de las parejas de sub-bajos es de tipo gradiente, con la unidad de arriba orientada hacia el escenario. "Para limpiar el escenario de bajos, optimizamos el gradiente desde el punto de vista del escenario, en las posiciones donde hacía falta mayor limpieza. Sobre todo, en los emplazamientos de las cuerdas y los micrófonos vocales," explica Lucio Boiardi Serri. "Esto lo conseguimos midiendo las dos filas de subs individualmente en esas posiciones, de forma que logramos la misma magnitud y fase de cada uno, y luego invertimos la polaridad de la fila que apunta hacia atrás. El resultado fue un escenario limpio, adecuado para este tipo de concierto. El SPL medio (con ponderación A) fue de aproximadamente entre 90 y 108 dBA."

    "Hay que destacar también la potencia bruta del sistema”, comenta Unai tras el concierto. “Soy un técnico que considera que en muchas ocasiones hay exceso de presión sonora— no me gusta el volumen por el volumen. Creo que mezclar en directo supone encontrar el nivel adecuado para la banda, el lugar, y el público con el que trabajas. En este caso, el Arena se llenó con fans que no habían visto al grupo en 30 años, o adolescentes que sabían que sería la última vez que iban a verlos. Así que, en esta ocasión, sí que había que generar un volumen alto, más de lo que me suele gustar, ¡y había potencia más que suficiente parar lograrlo! El concierto fue un gran éxito para nosotros–y el sonido fue una parte importante."