Es bien sabido que la exposición repetida a altos niveles de presión sonora puede producir pérdida significativa de audición. Además del aislamiento social y la dificultad para disfrutar de la música que eso supone para cualquier persona, en nuestro sector eso supone, además, una dificultad para lleva a cabo nuestra profesión, ya sea de un lado (los técnicos de sonido) o del otro (los músicos).
Ya en NAMM 2019,
Sensaphonics anunció
dB Check Pro, un analizador de nivel de sonido para auriculares intraaurales (IEM) o externos (supraaural, circumaural). Aunque les ha costado unos añitos (el Covid-19 seguro que no habrá ayudado con sus problemas de suministro), finalmente dB Check Pro ya es una realidad que muestra niveles de presión sonora y un tiempo de exposición seguro mientras se llevan puestos los auriculares.
Sensaphonics llevaba un tiempo vendiendo “dB Check”, una unidad similar pero circunscrita a los IEMs de la propia Sensaphonics. Además del rediseño físico de la unidad, la novedad principal del dB Check Pro es una librería que permite su uso con auriculares de otras marcas.
dB Check Pro (patente de EE.UU. #8,218,784) está programado con las especificaciones de “la mayoría de los IEM y auriculares externos (de cabeza) más populares”, de acuerdo a la marca (concretamente, 140 modelos de IEMs y 'cascos' de 12 marcas). Se conecta entre la fuente de sonido y los auriculares y se selecciona el modelo utilizado de la biblioteca integrada. dB Check Pro muestra la presión sonora con ponderación A, además de un tiempo de exposición seguro a ese nivel según las directrices NIOSH y OSHA. También funciona como un sonómetro básico, con un micrófono incorporado para medir los niveles ambientales de la sala. La alimentación es suministrada por una batería de iones de litio recargable por USB que dura nominalmente 11 horas.
El dB Check Pro pesa 94 gramos [N. Del R., cuando se anunció en 2019 eran 55 gr...] y tiene unas dimensiones aproximadas de 8,5x5 cm. El Sensaphonics dB Check Pro tiene un precio sin impuestos de $500 en los EEUU y ya está disponible para su compra en línea.
[Comentario de la redacción] Sin duda es bueno prevenir la pérdida de audición por exposición a niveles excesivos de presión generados por los auriculares en nuestros oídos, aunque lo deseable sería que la fuente de sonido (por ejemplo, el receptor de un sistema inalámbrico IEM o un mezclador digital) nos diese esa información sin el engorro de llevar una petaca adicional con una batería que hay que recargar. Por otra parte, quizá hubiese sido razonable incorporar un limitador al aparato, precisamente porque éste sabe los niveles que están llegando a los oídos. En un futuro, lo razonable y práctico sería que tanto la limitación como la monitorización de niveles estuviesen integrados en los sistemas IEM, aunque, mientras ese momento llega, esta solución de Sensaphonics proporciona la información para reducir la presión sonora a niveles seguros (por ejemplo, si el tiempo de exposición que se muestra es de 15 minutos y el espectáculo es de 2 horas, deberemos reducir el nivel para que el tiempo seguro de exposición se acerque a la duración del evento). Igualmente pensamos que la utilización de sensibilidades nominales de auriculares no ayuda a una monitorización exacta, puesto que las sensibilidades nominales no están estandarizadas. Es más, lo ideal sería usar curvas reales de respuesta en frecuencia para afinar más la medición.